A pesar de que el Sopa no se había presentado a la cita, Lucrecio el Rata estaba dispuesto a entrar en aquel enorme caserón a robar, ya que esa era su profesión.
Pero una vez que está
dentro de la casa las cosas empiezan a complicársele.
Y es que en el interior
parece que le está esperando un niño de aspecto bastante raro y que además lo
sabe todo sobre él.
Tan raro que no se sabe
si es un niño vestido de niña o una niña vestida de niño.
Poco a poco el Rata
descubre que ha caído en una trampa del niño/niña que busca desesperadamente un
padre. O quizás lo que busque sea una madre. El Rata se hace un lío, porque
dentro de la casa nada es lo que parece: los muertos están vivos (o quizás es
que no están muertos del todo), los locos no están locos (o al menos no locos
del todo), hasta Loki, el perro, no se sabe si es un perro-lobo o un
lobo-perro.
En fin, todo un lío
para que tú te atrevas a desliarlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario